8 feb 2010

Nuevas incorporaciones a nuestros favoritos

Se han incorporado recientemente nuevas recomendaciones en nuestros Sitios favoritos de Todas las Músicas.

En el apartado de músicas antiguas hemos colocado el enlace al blog Counterpoint and Polyphony, blog que recomendamos a pesar de que está en inglés por la abundante información y buenos artículos que ofrece sobre: “Libros, libros de textos, artículos científicos relativos a los problemas de la polifonía y el contrapunto, partituras de música polifónica en varios géneros y estilos”.

Flamenco y Cultura es un estupendo blog de flamenco con mucha información, en especial del grandísimo Enrique Morente. Mammamia escribe este blog desde Illescas con más información que muchas revistas especializadas.

La página de la International Assosciation for the Study of Popular Music, (iaspm), es un sitio imprescindible para los estudios sobre música popular, antropología musical, cultural studies y demás a nivel internacional.

Aula Contemporánea es un blog que se define así: “Este es un blog sobre música clásica contemporánea. Las publicaciones creadas aquí tienen como única finalidad ayudar a la difusión de este arte”. El blog te permite descargar música y textos sobre música contemporánea. Hay que tener cuidado con los contenidos que pudieran estar sujetos a derechos de autor, (quién quiera tener cuidado con esta normativa legal). El blog cuenta con una curiosa encuesta sobre quién es el músico más importante del siglo XX. En estos momentos la encuesta sitúa en primer lugar a György Ligeti con 111 votos, en segundo lugar a Karlheinz Stockhausen con 107, seguidos por Igor Stravinsky (97)y Olivier Messiaen (92). Pero lo apretado de las votaciones en cabeza puede hacer variar los resultados. Más distanciados les siguen: Luciano Berio (75), Béla Bartók (72), Iannis Xenakis (62), Anton Webern (60). No estoy muy en desacuerdo con los resultados pero es curioso lo lejos que van quedando Arnold Schoenberg con 55, Pierre Boulez con 51 y John Cage con 35.

Solo Boulez presenta los mismos contenidos que Aula Contemporánea pero, en este caso, centrados en la obra del francés tanto en su faceta como compositor, como en la de director de orquesta.

Música del siglo XX sigue la misma línea, con bastante información, (y descarga), de libros sobre música.

Compositores y compositoras, es un meritorio blog de Dolores Serrano Cueto, compositora gaditana, muy al día de todo lo que sucede en Andalucía, España y el Mundo en la música actual.

Por último hemos incluido, además de la entrada a la Orquesta de Extremadura una al Auditorio Manuel Rojas de Badajoz, que están sirviendo a la música en la ciudad de forma tan magnífica.


Breve historia de los conflictos tonales

Los problemas referentes a la tonalidad son la base de las principales discusiones que se han desarrollado durante el siglo XX. Sin embargo no hay que olvidar que durante ese periodo fueron alterados todos los parámetros musicales sin excepción. El famoso escándalo que se produjo con el estreno de la “Consagración de la Primavera” de Stravinsky en el Teatro de los Champs-Élysées de París aquel lejano 29 de mayo de 1913 fue seguramente motivado por los acordes disonantes que salían de la orquesta. Hoy nadie duda que lo innovador de esa partitura reside más bien en el ritmo, en la enorme variedad con que aparecen los ritmos, en su estructura original a menudo irregular y en la combinación de varios a la vez en lo que se ha llamado polirritmia. De la misma manera podíamos hablar de la forma, disuelta en una serie de fragmentos en los que las conexiones armónicas no conducen a las cadencias y en los que los acordes funcionan de manera independiente, sin las clásicas funciones de tensión y resolución que fueron la base del sistema armónico tonal. Del timbre y la orquestación, las dinámicas y la melodía podríamos decir lo mismo. Sin embargo el uso de acordes tonales o atonales (o politonales) se ha convertido en la clave de las discusiones sobre música moderna desde aquellos años anteriores a la Gran Guerra.
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Dice Daniel J. Levetin que la música gusta en función de si responde a las expectativas sonoras que tenemos o no. Si la propuesta musical es trivial, si solo escuchamos lo que era de esperar, la música no nos satisface debido a su falta de originalidad. Cuanto más nos sorprenda más a gusto la escucharemos. Sin embargo, llegado cierto límite, nuestra capacidad de innovación se satura y a partir de ahí cada vez nos gusta menos. Según esto, lo que nuestro cerebro espera de una nueva composición es un cierto grado de innovación moderada. Pero cuanta más música ha escuchado uno, más necesidades tendrá de innovación. Personalmente creo que esto es más complejo y que entran en juego otros aspectos que tienen que ver con la actitud de cada persona hacia el hecho musical. Además, la función de la música no es proporcionar un placer auditivo inmediato, es algo que, como en cualquier otra manifestación artística, pone en juego expectativas que están relacionadas con nuestra forma de entender el mundo, con el planteamiento de conflictos, con la necesidad de proyectar nuestra vida con sinceridad a través de la música para hacernos saber que estamos vivos, como se suele decir.
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Cuando el arte solo servía para proporcionar placer, los músicos hacían óperas para los reyes en las que lo más frecuente era que aparecieran los dioses del Olimpo y los amables pastorcillos que cantaban al calor de la primavera mediterránea. Aún en estas óperas existía el conflicto y, a menudo, los espectadores contemplaban asustados como la serpiente mordía a Eurídice o como los elementos se confabulaban para amargarle la existencia a Ulises. Pero para la cultura burguesa, a partir de la época de Beethoven, el arte es una forma de expresión humana que se relaciona con las aspiraciones, los temores, las alegrías y las tristezas, y no sólo con el placer, siendo el destinatario el hombre común, pues el arte ha dejado de estar dirigido a los reyes. Precisamente la época posterior a la Novena Sinfonía de Beethoven se caracteriza por un gran aprecio, culturalmente hablando, por el conflicto: es la época del romanticismo. En cualquier caso, la música burguesa aspira a conseguir cierto sentido de universalidad, por eso la sinfonía tiene que mostrar un cosmos complejo donde no falten los sentimientos contradictorios, (alegría, tristeza, calma, exaltación, etc.), con la explícita intención de superar las contradicciones. La sinfonía, como la novela decimonónica, es un trasunto “hegeliano”. La forma de pensar el mundo trasciende al terreno del arte y se expresa en todas sus manifestaciones. En la cultura de la modernidad tiene mayor importancia que el arte sea sincero que el simple hecho de que sea placentero.
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Como respuesta sincera, no es de recibo que el arte posterior a las grandes guerras que asolaron el siglo XX fuera un arte de entretenimiento basado en el placer de la escucha. A la gente y a los artistas les preocupaba expresar ciertas tensiones importantes que estaban en el centro del mundo que estaban viviendo. No es posible resolver las tensiones con un acorde de séptima de dominante y deleitarse en la dulce cadencia de la música hacia la tónica en un mundo en el que existen diez mil cabezas nucleares apuntando hacia tu país. La gente quiere oír la música de Mozart porque “la entiende”, responde a sus expectativas musicales, pero también porque añora el mundo que representa y que encuentra reflejado en el magnífico orden interno de esa música. Pero pretender el regreso a ese mundo es un sueño imposible en medio de la Guerra Fría.
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Por otro lado, es de suponer que para los músicos de principios del siglo XX el sistema tonal se hubiera convertido por entonces en un corsé difícil de soportar. De hecho músicos como Mahler que utilizaban una sonoridad fundamentalmente tonal, sin caer en excesivas disonancias ni cromatismos utilizando un sistema diatónico, habían desviado en realidad el rumbo musical más allá de lo que pudiera parecer a primera vista, como muy bien observó el teórico de la música expresionista de la Segunda Escuela de Viena, T.W. Adorno, en una monografía que dedicó al músico austríaco. Para Mahler la armonía no se guiaba ya por las normas que regulaban la progresión de acordes y, además, las funcionales tonales no eran la base que determinaba la forma. De hecho, sus sinfonías estaban muy lejos de la forma sonata clásica, su tonalidad, por otra parte, era errante y se modificaba a lo largo de la pieza. La atonalidad era algo inevitable para entonces. Por fin se había roto el corsé que tenía encapsulada la música de entreguerras.
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Sin embargo, el espíritu sistemático y organizador de Schoenberg, quien pretendía garantizar la primacía de la música alemana durante las siguientes décadas, terminó siendo un nuevo corsé, tan apretado y doloroso como lo había sido el sistema tonal. No sólo la música se había vuelto incómoda para los oyentes, que se veían confrontados con una sonoridad difícil y una estructura que no entendían, sino que los propios compositores, además, veían restringido su derecho a diseñar la música, aunque aparentemente pudiera parecer lo contrario. Se producen disidencias que ponen en cuestión la corriente principal imperante, que para entonces ha pasado del dodecafonismo de las notas al serialismo integral de la postguerra. La derrota de Alemania, (y con ella de las potencias europeas que pasan a ser potencias de segunda fila frente a los auténticos vencedores de la guerra, las potencias exteriores), propicia que el centro de las innovaciones musicales resida en los EE.UU., donde, por cierto, habían huido un gran número de maestros europeos durante la guerra. Esas innovaciones pasan por el experimentalismo abierto de John Cage y por el minimalismo que tiene en Steve Reich su mejor valedor. Aún se mantiene una vanguardia europea con dos polos en las figuras señeras de Stockhausen y Boulez, pero ésta empieza a perder su centralidad y camina a la zaga de las innovaciones americanas.
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Después de esto se produce la ruptura postmoderna de los grandes discursos históricos y la música termina, como el resto de la cultura occidental, siendo un arte fragmentario en el que ya cabe todo. Desde la música más académica y compleja basada en análisis cuasi-científicos del sonido hasta la reivindicación de las músicas del mundo, aún las de culturas hasta entonces consideradas atrasadas por los adustos antropólogos europeos. Es el fin de los corsés, de todos los corsés, y el principio de la fragmentación. A partir de ese punto, cuando vamos a escuchar una obra nueva no sabemos a lo que nos enfrentamos. Se ha perdido el hilo conductor de la historia como relato coherente y hemos entrado en el terreno de la especulación permanente. Pero esa es ya otra historia que pertenece al siglo XXI.
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5 feb 2010

Keith Jarrett solo.

Como hemos tenido una semana un poco cargada de polémicas tonales, estudios antropológicos y demas, creo que nos merecemos escuchar esta versión de "Somewhere Over the Rainbow" de Keith Jarrett.

4 feb 2010

Tonality as law

Me dice Anónimo que me he dejado sin poner el enlace al texto original en inglés. Ya está corregido. Por cierto, aprovecho para decir que en este blog están permitidos los mensajes anónimos pero nos gustan más los que dan un nombre, aunque sabemos que puede ser falso, el caso es que eso de Anónimo suena mal.

Después de escribir vuestro comentario lo podéis mandar abriendo una Cuenta Google, lo único que os piden es vuestra dirección de correo, dirección que a mí no me comunican.

 
Ya sé que es más fácil pinchar en anónimo y ya está.
 

2 feb 2010

La tonalidad como una ley

La ciencia musicológica en España es algo parecido a un desierto. Especialmente significativo es el vacío existente en cuanto a publicaciones. Muchos de los tratados imprescindibles de esta ciencia no están traducidos ni publicados en español. Por ejemplo, “the notation of polyphonic music” de Willi Apel, un trabajo de 1949 varias veces reeditado, no existe en las librerías españolas, (salvo si disponen de libros de importación), por lo que si uno quiere dedicarse a trascribir partituras medievales o renacentistas o, mejor aún, a adiestrarse en su lectura para interpretar música antigua, o si uno quiere utilizar las trascripciones existentes pero para preparar una pieza prefiere estudiar su notación original para desentrañar matices que las partituras modernas no contemplan, no tiene más remedio que aprender a leer música antigua en el texto inglés (o alemán) de Willi Apel, o algún otro en esos idiomas. Gracias al sistema de Conservatorios, en España existe un grupo importante de buenos músicos que saben interpretar con maestría sus instrumentos y saben hacer música de todas las épocas. Sin embargo, estas lagunas musicológicas suponen que estos profesionales carezcan de todos las herramientas necesarias para hacer que sus interpretaciones alcancen los logros que se esperan de ellas. Esto es así tanto si un músico se dedica a la música antigua como si interpreta música de cualquier época. Cada época tiene su problemática histórica y técnica que hay que conocer.

Para la desértica musicología española, asuntos como la etnomusicología, la antropología musical y lo que se ha dado en llamar “la nueva musicología”, disciplinas que suponen una nueva mirada sobre todas las músicas incluida la mal llamada música clásica, (música culta occidental), son algo tan extraño que la sola existencia de ventanas a ese mundo parece un milagro. Entre estas ventanas ya hemos dicho aquí la importancia que tiene la revista TRANS, (Revista Transcultural de Música), publicada, (gratis), en la red por la SIBE, Sociedad de Etnomusicología.

Ojeando la revista… Bueno en la red no se ojea se pantallea. Pantalleando la revista, me encontré con un artículo que firma Arved Ashby y que titula “Tonality as Law, Contravention, Performativity”. El artículo tiene un resumen en castellano.


Tonality as Law, Contravention, Performativity.

Arved Ashby
(Revista Trans)
Resumen

A lo largo de su historia, la tonalidad ha sido descrita en términos de ley. Sin embargo, la tonalidad representa la negociación de una identidad individual que el compositor hace dentro del mundo socializado de relaciones de sonidos, por lo cual ésta ha obtenido cada vez más una cualidad performativa a lo largo del siglo veinte. Con este cambio, los compositores de música de concierto se ven obligados a re-articular la antigua pregunta: ¿qué tipo de relación se evidencia en la música de concierto de la tradición occidental entre el orden individual y el orden social? La tonalidad es casi infinitamente particularizada; sin embargo podríamos ir más allá al plantear que la música tonal es constituida en el acto de su descripción: al describir un sub-tipo de composición tonal, al nombrar su sistema particular de contravenciones a la “ley tonal”, estamos conformando ese sub-tipo. En pocas palabras, la tonalidad es performativa en el sentido tanto de J.L. Austin como de Judith Butler. Las diferencias entre normatividad y performatividad se resumen en la relación de lo individual con lo general: si la ley supone sujetos dóciles la teoría performativa, asume una cierta forma de falla individual, una forma esencial y definitoria de indocilidad. Los teóricos legales justifican una concepción normativa de la ley que en turno justifica decisiones legales específicas; la performatividad, por otro lado, excluye el tipo de estructuras de poder que permiten perpetuar ese tipo de dualismos. Al analizar estos aspectos del discurso tonal llegamos a la teoría tonal misma y a la pregunta de lo que ese término músico-analítico puede significar. Al final encontramos que la tonalidad se parece a la ley sólo en un sentido dialéctico o foucoultiano, con principios que obtienen significado cuando hay una desviación de ese principio: son las contravenciones las que definen la regla.

Este resumen me despertó deseos de leerlo en su totalidad, pero, hete aquí, que el texto del artículo está en inglés. A pesar de ese inconveniente lo empecé pero, como siempre, me tope con la cortedad de mi léxico y mi falta de conocimiento de la gramática inglesa. Entonces hice lo que he hecho siempre que me he encontrado atrapado en esta incertidumbre, escribir lentamente una traducción, buscando los términos que desconozco en un diccionario, como el que existe en la red con el nombre de WordReference (www.wordreference.com). Así he ido desgranando el texto y escribiendo una apresurada traducción, seguramente llena de errores. No obstante por lo interesante del tema, me he atrevido a ponerla aquí. Se puede descargar de DivShare en esta dirección:

http://www.divshare.com/download/10366816-e4d

27 ene 2010

Biblioteca: Joseph Haydn y el cuarteto de cuerda. Miguel Ángel Marín.



El musicólogo Miguel Ángel Marín, profesor de la Universidad de la Rioja, ha publicado recientemente “Joseph Haydn y el cuarteto de cuerda” en la famosa colección Alianza Música. Se trata de una aproximación muy acertada al tema. Empieza con un análisis del género y su situación en la época según criterios historiográficos muy actuales, con los que analiza el entorno musical, social y cultural en que se desarrolla el cuarteto de cuerda, haciendo especial hincapié en la figura señera de Haydn, así como las particularidades que presentan los cuartetos en cuanto a forma, estructura armónica y textura musical, señalando los distintos tipos existentes, principalmente en París y Viena, sin olvidar la tradición italiana que encuentra en Boccherini un ejemplo destacado.

Después realiza un análisis de las colecciones de cuartetos de Haydn desde sus orígenes hasta las obras maestras de su época de madurez, para terminar señalando las influencias posteriores del maestro, tanto en sus coetáneos de la escuela de Viena, como en autores posteriores. Se completa el texto con una relación exhaustiva de los cuartetos de Haydn, así como con una completa bibliografía.
He conseguido una grabación de la integral de esos cuartetos y estoy escuchándolos al tiempo que leo el libro de Miguel Ángel Marín. Estoy con la segunda parte, donde comenta las colecciones de cuartetos firmadas por el austriaco.

25 ene 2010

Biblioteca: El cerebro y la música.



El cerebro y la música (el estudio científico de una obsesión humana), de Daniel J. Levitín en RBA liabros, 2008. 
Solemos recomendar aquí los libros que hemos leído y nos han causado alguna buena impresión. No es el caso de éste. No digo que sea un libro malo, es que es un libro que tiene un público determinado, tal vez el de los médicos melómanos.
Son interesantes los problemas que el libro se plantea, pero, personalmente, no es un tema que me preocupe si la capacidad de los seres humanos para sintetizar ritmos es algo que está en la corteza cerebral, en la parte derecha o en la izquierda del órgano que rige el sistema nervioso del hombre. 
Es cierto que plantea algunas cuestiones interesantes, como el hecho de por qué somos capaces de distinguir una melodía por sus intervalos aunque se hayan cambiado las alturas tonales y los timbres de los instrumentos, pero el autor se preocupa de una topografía del cerebro que para los que no estamos ilustrados en la anatomía humana nos deja un poco fríos. 
Espero que el libro guste a quienes estén interesados en los dos temas de que trata: la música por un lado  y la neurología o neurofisiología clínica por otro.

El Ensemble Contemporaneus en Badajoz.

Olivier Messiaen es, en nuestra particular opinión, uno de los grandes maestros del siglo XX. Fue un gran innovador, pero a diferencia de Arnold Schoenberg, no pretendió crear un sistema sino dar salida a sus ideas musicales. La música de Messiaen se basa en su admiración por el canto de los pájaros, (fue experto ornitólogo), derivado de un sentido de la naturaleza influenciado por San Francisco de Asís. Ferviente católico, fue organista de la iglesia de La Trinidad en Paris desde el año 1931 hasta su muerte en 1992.

De manera que incluir su música en un pequeño ciclo destinado a dar a conocer la música contemporánea entre los aficionados no puede ser más que un acierto. En ese sentido, el pasado Viernes en el Salón Noble de la Diputación de Badajoz el concierto se inició con una presentación de la obra a cargo de Jerónimo Gordillo, músico local, compositor, que fue director de la Banda Municipal y creador de las Escuelas de Música Municipales. En su larga presentación nos desveló los pilares de la obra según su criterio en una disertación amena y didáctica, haciendo incluso sonar al cuarteto en medio de su discurso para mostrarnos los aspectos que quería señalar.
El grupo de Évora, (Portugal), Ensemble Contemporaneus hizo una buena interpretación, con mucho cuidado en las dinámicas que interpretaron de manera sutil, una buna conjunción y un evidente dominio de cada instrumento: piano, violín, violonchelo y clarinete.

21 ene 2010

El Trío Kandinsky en Badajoz.

El Trío kandinsky vino a Badajoz para demostrarnos que algunos intérpretes se toman la música contemporánea con la misma seriedad o más con la que interpretarían la música de cámara de los grandes héroes de la Historia musical, poniendo el mismo cuidado en interpretar la música de Arvo Pärt o de la extremeña Iluminada Pérez que pondrían en la de Beethoven.

El trío, considerado una de las mejores agrupaciones de cámara de España, está instalado en Barcelona y pertenecen al Conservatorio Superior de Música del Liceo. Funcionan con una gran compenetración estando muy pendientes del ritmo, al mismo tiempo que trabajan con total libertad cada instrumento, apreciándose las características y la forma de hacer de cada uno desde los primeros compases.
La obra del estonio Arvo Pärt, que ocupó toda la primera parte del concierto, es una música sencilla, una especie de neoclasicismo minimalista, pero eso no quiere decir que sea fácil de interpretar. Mozart Adagio es una recreación del estilo del genio salzburgués que utilizan de apertura y cierre del ciclo de temas. Frates es un tema muy conocido del autor. Con base en un completo arpegio de violín, el tema va realizando distintas variaciones que implican tanto las dinámicas como las armonías, lo que requiere una técnica muy depurada del violinista y que fue ejecutado con acierto por Corrado Bolsi. En Für Alin, el pianista Emili Brugalla lució una técnica notable y una acertada lectura de todos los matices, lo mismo que la violonchelista Amparo Lacruz en Spiegel um Spiegel, obra que en principio no estaba incluida en el programa. La segunda parte se inicia con la interpretación de “donde habite el olvido” de la joven autora extremeña Iluminada Pérez, con interesantes indagaciones acústicas y musicales. A continuación ofrecieron el Trío nº 1 de Mauricio Kagel, obra inscrita en el estilo del "collage" que mezcla distintas formas musicales hasta confluir en una obra compleja.
Emili Brugalla presentó de forma acertada el concierto que inscribió entre las diversas músicas post-vanguardias, lo que podríamos llamar músicas post-modernas, según el término tan utilizado hoy en día.

19 ene 2010

Conciertos y conferencias de autores actuales.

Por fin músicas de ahora en Badajoz. Los próximos días 20, 22 y 23 se podrán escuchar obras de autores actuales. 
Será en el aula "Esteban Sánchez", los días 20 y 23 y en el Salón de Plenos de la Diputación de Badajoz, el día 22. Siempre a las 8:30 horas.
Para más detalle véase la información AQUÍ.

12 ene 2010

Noticias académicas.

Acabo de recoger mi título de licenciado en Historia y Ciencias de la Música, es decir, en Musicología.




Tenía razón Frank Zappa, es un papel demasiado grueso para hacerse un “peta”. No te quiero decir para usos más sanitarios.



Cuando venía para casa, en medio de un temporal que recordaba el Winterreise de Schubert, el viento traicionero me ha tirado el título al suelo y se ha caído en un enorme charco.



Lo he perdido definitivamente. Ahora nadie se creerá que cursé aquellos estudios.

8 ene 2010

La Filarmónica de Berlín en la red.


Documentando la entrada anterior he dado con la página de la Filarmónica de Berlín (Berliner Philharmoniker, se anuncia en el video), he podido conocer el sistema de retransmisión de conciertos por la red (mediante “live stream”) y me ha sorprendido la calidad de lo que ofertan.
En su página se puede ver una prueba de la transmisión. Solamente en calidad media (se puede intentar la calidad alta con una buena conexión), la transmisión es excelente, con una resolución mejor que la que ofrece la TDT y una buena calidad de sonido. Teniendo una pantalla nueva de televisión LCD con calidad suficiente y conexión de VGA se puede ver en toda su resolución y a buen tamaño conectando el portátil a la misma.

La temporada completa cuesta 150 € e incluye la posibilidad de escuchar los conciertos en directo y los grabados en ese periodo. Pero se pueden contratar conciertos en directo a 9.90 € o conciertos históricos al mismo precio y con dos días para oírlos cuando quieras, también hay un abono de un mes por 40 € con acceso a los conciertos en directo de ese mes y todo el catálogo grabado de la temporada.

Se puede entrar en la página de la orquesta y pinchar en "media" donde explican el sistema (en inglés).

Esto es mejor que la televisión. Incluso que las cadenas de pago.

Maria João Pires

No me gusta hablar mal de países que no son el mío, especialmente de países a los que tengo aprecio, como es el caso de Portugal que es un país que aprecio por vecindad y porque lo conozco un poco. Pero es el caso que son los propios portugueses los que se quejan de su país. El premio Nobel de Literatura José Saramago habla en su blog del poco caso que se hace en Portugal a la figura de la gran pianista Maria João Pires, reclamando para ella un reconocimiento con motivo de sus sesenta años en los escenarios, (empezó cuando tenía cinco añitos). El caso es que después de mantener una fundación cerca de Castelo Branco, en Belgais, que contó con el apoyo de la UNESCO por su labor humanitaria, tuvo que dejar el país y establecer su residencia en Salvador de Bahía en Brasil, cansada del poco apoyo recibido de su país natal. Parece que en esto los portugueses, (como en muchas otras cosas), no son tan diferentes de nosotros. Peor para Portugal.

El propio Saramago vive en Lanzarote casado con una española y realizó unas
polémicas declaraciones en las que pronosticaba que Portugal llegaría a establecer algún tipo de lazo común con España en el marco de la Unión Europea, en una especie de confederación ibérica. Idea esta del iberismo que siempre ha estado presente en el país vecino.

En cualquier caso, la música de Maria João Pires es universal y trasciende las fronteras, que para eso es música: un lenguaje universal.



4 ene 2010

Contestación a los comentarios sobre Wynton Marsalis

En primer lugar quiero dar las gracias a Marc, (Marc Bosch), y a Anónimo por sus intervenciones. A este último quiero contestarle por dos razones: porque me lleva la contraria, (hace muy bien), y porque agradezco la extensión de su respuesta.
Nunca me han gustado las afirmaciones que suponen que sólo los que trabajan en un tema pueden valorar y hacer crítica del mismo. Es como si te dedicas a diseñar muebles y pretendes negarme el derecho a juzgar si una silla es cómoda o no: quién lo va a saber mejor que yo que soy el que se sienta en ella. El arte por el arte es una mentira del romanticismo decimonónico, el arte se hace para la gente y la gente tiene que opinar del arte, con base teórica o sin ella. Esto de los expertos es una peculiaridad de nuestra cultura, (que no existe en otras), y tiene su origen en la consabida división del trabajo social que propusieron los teóricos del liberalismo económico como Adam Smith. En el fondo es sólo una estrategia para que la clase burguesa domine a los trabajadores asalariados.
En cuanto a la tradición habría mucho que hablar. La tradición es muy importante en todas las artes, (lo que no es tradición es plagio), pero eso no implica que uno tenga que hacer todo el recorrido histórico de la tradición. Es verdad que es bueno para aprender jazz empezar por los estadios más antiguos de esa tradición, pero tampoco hay que crear reglas dogmáticas y obligatorias.
Respecto a Heráclito pido perdón si mi opinión ha resultado muy agresiva y peyorativa, tampoco pretendía hacer daño. En cuanto a que no es imparcial, he de decir que tampoco lo pretendo. Esto es un blog y por naturaleza es parcial: refiero las cosas que me interesan y digo lo que me parece de cada tema y nadie está obligado a visitarlo. El que entra es porque quiere y siempre es bienvenido.
También he de decirte que el hecho de que critique cierta actitud conservadora del pensamiento musical de Wynton Marsalis no es óbice para que escuche su música con devoción e incluso me haya gastado las perras a lo largo de mi vida en comprar sus álbumes. Especialmente me gustó el que hizo con Herbie Hancock, Quartet y el Trumpet Concertos (Haydn, Mozart, Hummel), ambos de los primeros años ochenta en los que hace unas interpretaciones fabulosas tanto de jazz como de música clásica.
Por último quiero pedir perdón por el lapsus del “kind of blue”, soy muy distraído
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21 dic 2009

Wynton Marsalis y lo de Sigüenza.


Faltaría más. Cómo no iba a estar Wynton Marsalis detrás del escándalo de Sigüenza.
No creo que haya sido él quien haya promovido el suceso que contamos en “todas las músicas”: la denuncia de un paisano, (con la comparecencia de la Guardia Civil incluida), en un concierto de Larry Ochs en Sigüenza porque el músico no estaba haciendo jazz sino música contemporánea.
La anécdota ha trascendido a la prensa inglesa a través de Giles Tremlett en “The Guardian” y creo que se han pronunciado a favor de Ochs músicos como Charlie Haden. Hoy cuenta “El País”, que se ha enterado Wynton Marsalis y ofrece una recompensa para su colega, (defensor histérico de la ortodoxia), el denunciante seguntino. El titular de El País es un poco tendencioso: Wynton Marsalis tras el denunciante de Sigüenza. (¿Sabe o sospecha el periódico algo que no dice?).
El tema de la ortodoxia es un tema que nos viene preocupando desde siempre. En “todas las músicas” estamos hartos de esa ortodoxia propia de judíos conversos, (no de sefardíes ni de askenazis), incluso diríamos que esta repulsa heterodoxa está en la base de nuestro concepto fundacional del blog. Los ortodoxos sufren de una enfermedad filosófica. Así como suena. Los errores filosóficos devienen en graves problemas para la humanidad, problemas que no excluyen enfermedades. En este caso, el error filosófico consiste en no haber entendido a Heráclito cuando dice que todo fluye y que uno no se puede bañar dos veces en el mismo río, porque el agua que baja ya no es la misma con la que nos bañábamos la vez anterior. Para los ortodoxos el mundo es estático: eso les aleja del miedo a la muerte. Sienten como si las cosas no se movieran, como si pudiéramos vivir ya la eternidad que las religiones prometen para el futuro.
No se da cuenta el bueno de Wynton de que el jazz que él toca sería visto como una aberración por sus abuelos, que no lo considerarían jazz, sino esa extraña experimentación musical que hacen los blancos que no tienen swing. En su famosa polémica con Miles Davis, Marsalis le acusaba de traicionar el jazz-como-Dios-manda, sin darse cuenta que ese jazz lo había inventado Miles en los años cincuenta. Ahora el trompetista de Nueva Orleans pretende tocar como lo hacía Miles hace casi sesenta años y, además, considera que quien no lo haga no hace jazz.
Pero nunca va a conseguir hacer un disco como Kind of Blues. El chico toca bien, pero tiene una enfermedad de base filosófica que se lo impide.
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15 dic 2009

Con el brazo levantado


Hay cosas que con el tiempo se han de arreglar. Desgraciadamente no todas pero sí algunas. Recuerdo que hace unos años no se podía hacer turismo sin filmar los viajes con una cámara de video VHS. Hoy día son menos los que prefieren perderse el viaje para llevarse una mala película del mismo y la mayoría de la gente prefiere disfrutar de los lugares que recorre en lugar de verlos a través del visor. Eso mismo está pasando en la música. No hay forma de asistir a un concierto de rock, pop, jazz o flamenco, sin que la mayoría de las personas que tienes delante estén con el brazo levantado tratando de filmar el concierto con el teléfono. Sé que no queda mucho tiempo para que el más estúpido espectador se canse de esas grabaciones infames en que no se ve ni se oye nada y sólo sirven para demostrar “que yo estuve allí”, pero en tanto llega ese día es una incomodidad añadida asistir a cualquier concierto sin que puedas ver nada de lo que está sucediendo porque un mar de brazos levantados te lo impide. Cuando yo era niño levantábamos el brazo en el colegio porque nos obligaban a hacer el saludo fascista. Otros han tenido que hacer lo mismo porque les obligaban a levantar el puño, pero finalmente lo que se ha impuesto ha sido levantar el brazo para saludar al consumismo más estúpido.
Ya queda menos para que se les pase esta inútil obsesión, (tan inutil como las anteriores).
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14 dic 2009

La Caíta en el cine.

Aconsejamos entrar en esta dirección para ver a la Caíta en el final de la película Latcho Drom de Tony Gatlif:


http://www.youtube.com/watch?v=i_VRFwz3xTI&feature=related

10 dic 2009

Tiempos modernos

La noticia en El País: Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz.
La música del saxofonista, a juicio de un espectador y sus acompañantes, no era jazz sino "música contemporánea", género que el denunciado tiene "contraindicado psicológicamente" por prescripción facultativa. Así consta en la hoja de reclamación cumplimentada en el lugar de los hechos, previa a la denuncia.
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Magnífica noticia. En primer lugar, porque si un médico (o un sicólogo) le ha dictaminado que la música contemporánea no le va bien a este tipo es de suponer que sea preciso que un musicólogo haga un informe que certifique si la actuación que se va a realizar es de ese género o no. Lógicamente no se puede dejar una cuestión tan compleja a criterio de la Guardia Civil. Uno hizo la carrera sin pensar que pudiera llegar a tener tales aplicaciones lucrativas.
Pero el tema presenta aspectos preocupantes. Por qué razón le puede ir mal toda música que sea contemporánea. Veamos en el diccionario de la Real Academia qué es contemporáneo/a:
1. adj. Existente en el mismo tiempo que otra persona o cosa. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo al tiempo o época en que se vive.
3. adj. Perteneciente o relativo a la Edad Contemporánea.
Lógicamente contemporánea no se refiere a un género determinado, como la ópera, sino que se refiere a una música con una determinada relación temporal con el enfermo. Es decir, la música contemporánea puede ser tonal o atonal, popular o académica, europea o sudamericana, etc. Este pobre hombre tiene un gran problema y su sicólogo también. Lo mejor que podría hacer sería dejar de ir a escuchar música a cualquier teatro y dedicarse en exclusiva a sitios como las iglesias y catedrales donde el uso de músicas vetustas está garantizado por Ley.
¿Cuál es el tiempo o época en que uno vive? ¿Le harán daño las músicas de hace 10 años, 20 años? ¿Son éstas contemporáneas? ¿Cuánto tiempo atrás ha de retrasarse la composición de una obra para que no le haga daño a este señor? Los primeros discos de Ornette Colemann son de 1958, lo que haría un total de cincuenta años atrás. Las variaciones para piano de Pierre Boulez son de 1945: serialismo integral. En este caso habría que echarse atrás unos sesenta y cinco años. El método dodecafónico de Arnold Schoenberg data de 1921 y desde esa época ha venido siendo aplicado en la música contemporánea. Hablaríamos de casi ochenta años. Pero superamos esa cifra si nos retrotraemos a la música de Edgar Varèse, que empezó a componer Amériques en 1918. Es fácil que estemos hablando de un siglo si queremos delimitar la música que este señor no puede escuchar. Este enfermo es el reflejo de una cultura enferma, de una cultura que no es capaz de escuchar la propia música que produce: vaya resultado. No nos engañemos, este señor que enferma con la música contemporánea es probable que sufra mareos con Wagner, Bruckner, Cesar Frank o Janácek; de modo que para que este señor, y la gran mayoría de la gente equilibrada, no sufra trastornos de personalidad al escuchar música habría que retroceder hasta los clásicos de la escuela de Viena y los barrocos anteriores. Eso sí, sin llegar a los excesos de la polifonía renacentista que arruina el alma de cualquiera.
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Lo más sorprendente de este caso es que nadie ha denunciado aún a David Bisbal, David Bustamante, Rosa, etc; a pesar de lo contemporáneos que son a nosotros.
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Le he cursado una solicitud a la Guardia Civil para que me defina qué es jazz. Espero su respuesta con ansiedad.

9 dic 2009

La Caíta

Hay a quien le gusta el flamenco y hay a quien le gustan las coplas aflamencadas, con algo de la hondura de los palos flamencos pero nada más. En esto todo el mundo reclama la hondura del cante pero, en el fondo, todos nos quedamos en la superficie. El aficionado, que quiere ser cabal, exige siempre que se cante por soleares y por seguiriyas; por martinetes, tientos y tarantas. Como si lo demás no fueran palos flamencos. Pero no se dan cuenta de que la hondura no está en lo que cantas sino en cómo se cantan las cosas. Se puede oír a Camarón cantando sevillanas flamencas y esconderse ahí más flamenco que en todas las soleas cantada por tanto y tanto aficionado bien intencionado que aburre a las piedras. El flamenco es algo que surge de tarde en tarde cuando alguien, gitano o payo, canta con estilo cabal.
En Extremadura hay muchos que reclaman derechos sobre los cantes extremeños. No queremos aquí menospreciar a nadie, solo queremos decir que de todos los flamencos que se han quedado en estas tierras no ha habido nadie que cante el flamenco extremeño como lo hace la Caíta. Ni siquiera aquellos que han recibido premios y galardones y que han sido designados como grandes por el público o la crítica.
Se reprocha a la Caíta que sólo sabe hacer bien los cantes de aquí. Ella no fue al Conservatorio a estudiar música ni a Sevilla a aprender de los maestros andaluces. La Caíta, como todos los gitanos que tenían facilidad para el cante o el baile, se ganaba la vida asistiendo a juergas flamencas en los cortijos donde los viejos ganaderos y pequeños potentados les pagaban por estar allí cantando hasta la madrugada. El cante, en estos contextos, no es una actividad artística elevada a la máxima consideración, sino una actividad servil que ponía de manifiesto el inmenso abismo entre clases sociales que formaba parte de la tradición castiza española. Estas juergas servían, entre otras muchas cosas, para celebrar ese abismo. El siglo XXI entró en Badajoz con gitanos que aún ejercían oficios residuales como los limpiabotas y los flamencos, oficios cuya mayor utilidad era ser imagen de ese abismo de clases. Ya la mayoría se ganan la vida en otros comercios más rentables, muchos en el Mercadillo, unos pocos en el tráfico de drogas al por menor, pero aún quedan resquicios de lo que fueron las clases sociales de cuando el mundo era “como Dios manda”. (Por cierto, será por ese motivo que los gitanos, antes tan católicos, acabaron cambiando, sino de Dios, si por lo menos de mensajero y se pasaron en masa a la Iglesia Evangélica).
El caso es que la pobre Caíta se quedó en Badajoz cantando tangos y jaleos, mientras otros, menos dotados para el cante, hacían el camino que ella debía de haber hecho.
Lo que no hay quien le quite es que es una “Camarona” como la copa de un pino. Ella nunca ha recibido nada de esas cuantiosas subvenciones que se destinan a financiar las artes, incluido el flamenco. Es más, la he visto entrar en la Peña Flamenca de Badajoz porque venía algún artista que ella conocía bien y quedarse atrás, en la barra, porque no se atrevía a sentarse en las mesas donde se sentaban algunos de los que la contratan para las juergas flamencas. Al día siguiente ha ido en compañía de El Peregrino, (famoso bailaor pacense), al Parque de El Revellín, en San Roque, a coger su carro para barrer las calles cuando le ha tocado un contratito de esos que venían de los Fondos de Compensación Europeos para los parados.
Basura de tradiciones ancestrales.
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2 dic 2009

Orestes Villasán

Todos tenemos días de mala suerte. Tal vez a Orestes Villasán le tocó uno de esos el día en que venía al mundo, alguna cosa debió salir mal. No lo sé. Pero si ese día le tocó la mala suerte, por el contrario tuvo mucha suerte con los padres que le asignó la fortuna. Yo les he visto acompañar a Orestes siempre que ha habido un acontecimiento flamenco en la ciudad y es que a Orestes el flamenco le encanta. Es un verdadero artista flamenco. Por eso cuando Tony Latif hizo la película “Vengo” que trataba de una historia de gitanos puso de protagonistas al bailaor Antonio Canales y a Orestes Villasán. En lo que yo conozco es la persona más cabal de Badajoz.
En este video de la película se le puede ver bailando con tres gitanos, él es el que baila solo en último lugar, (luego salen de encuedre bailando los cuatro juntos).
Personas como Orestes son las que hacen grande una ciudad. Badajoz es más grande gracias a él. Por eso el sábado cuando Diego Carrasco vino a actuar aquí lo llamó al escenario para que bailaran juntos.
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