Hungría
y Rumanía fueron países de dudosas fronteras que fueron cambiando por las
guerras europeas del siglo XX. Así, el gran Bela Bartok nació en el Imperio
Austro-húngaro, en la ciudad de Nagyszentmiklós, que los alemanes llamaban Groß Sankt Nikolaus (el Gran San
Nicolás) y que, actualmente en Rumanía, es conocida como Sânnicolau Mare,
que es lo mismo pero en rumano. Su colega y compañero Zoltán Kodály nació en
Kecskemét, que, por estar en el centro del país, siempre fue húngara. Su
seguidor György Ligeti, nació en Dicsőszentmárton, que en alemán es Sankt
Martin, y que, ahora en rumano, se llama Târnăveni. Su colega György Kurtág,
también húngaro como los anteriores, nació en la rumana Lugoj (según la
Wikipedia en alemá: Lugosch; en serbio: Lugoš; en húngaro: Lugos; en turco:
Logoş. La ciudad la divide un río en dos, Măguri llamada Szendelak en húngaro,
y Tapia llamada Tápia en rumano. Ha quedado claro, ¿o no?
El último de todos ellos es Peter Eötvös, nacido en
Odorheiu Secuiesc (en húngaro Székelyudvarhely; alemán Oderhellen, también
conocido como Hofmarkt), es también húngaro aunque su ciudad es ahora rumana.
Nacido en 1944 es el último de la saga y se le considera seguidor de los
anteriores. Como todos ellos, Peter Eötvös también estudió en la Academia de Música
Fernc Liszt de Budapest, fundada por el pianista húngaro en 1875, aunque luego
completó su formación en Colonia (Alemania).
Dirigió el Ensemble de Karlheim Stockhausen desde
1968 hasta 1979 y el famoso Ensemble InterContemporain del IRCAN, bajo la guía
de Pierre Boulez. Así que podemos decir que ha sido colaborador de los dos
principales músicos de la época serial. Sin embargo, a mí me recuerda más a sus
compatriotas, especialmente el asombroso György Ligeti. Me parece un músico muy
interesante y que hay que escuchar con atención.
¡Tampoco es tan complicado de entender!
¡Sólo es música!