Volvemos a retomar las sinfonías de Mahler
con su Cuarta Sinfonía y nos encontramos con un director que es imprescindible
para el repertorio del compositor austriaco: Bernard Haitink. Este holandés es
uno de los más grandes directores vivos. Según su página de la Wikipedia,
(página bien documentada y escrita), Haitink cogió la orquesta del
Concertgebouw siendo una de las mejores de Europa y la soltó siendo, para el
criterio de muchos, la mejor orquesta del mundo. Pero es que, además, se trata de un gran
especialista en Mahler. De esta Cuarta Sinfonía tenemos las siguientes
grabaciones realizadas por Haitink a lo largo del tiempo:
ORQUESTA SELLO AÑO
Royal
Concertgebouw Philips 1967
Royal Concertgebouw Philips 1983
Berliner
Philharmoniker Philips 1991
Royal Concertgebouw RCO
Live 2006
Así que lo tenemos todo. Tenemos también
un concierto en YouTube de septiembre de 2014 de la cadena pública holandesa de
televisión NTR, con la orquesta de la cadena, con una imagen y un sonido de
alta calidad, en la que podemos disfrutar del buen hacer de este director.
La minuciosidad, la precisión, la claridad
de la interpretación viene muy bien para un autor como Mahler que, no lo
olvidemos, en su época fue conocido principalmente como director de orquesta.
Creo que Haitink hace una lectura muy correcta de lo que tiene que ser una
sinfonía mahleriana.
La sinfonía, dedicada a los placeres
celestiales, se estrenó, dirigida por el compositor, en Munich en 1901 con
escaso éxito, aunque hoy día es una de las que más se interpretan y se basa en
un lied de “Des Knaben Wunderhorn”.
Das himmlische Leben
(aus "Des Knaben Wunderhorn") Wir genießen die himmlischen Freuden, D'rum tun wir das Irdische meiden. Kein weltlich' Getümmel Hört man nicht im Himmel! Lebt alles in sanftester Ruh'. Wir führen ein englisches Leben, Sind dennoch ganz lustig daneben. Wir tanzen und springen, Wir hüpfen und singen, Sankt Peter im Himmel sieht zu. |
Vida Celestial
(De "El cuerno mágico del niño") Disfrutamos los placeres celestiales y evitamos los terrenales. ¡Ningún tumulto mundano alcanza a oírse en el Cielo! ¡Todo vive en la paz más dulce! ¡Llevamos una vida angelical! No obstante, somos muy alegres: bailamos y brincamos, ¡brincamos y cantamos! Entretanto, ¡San Pedro está en el Cielo! |
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