Un blog es una cosa personal, de
manera que no tiene ninguna misión institucional. Es solamente un sitio para
expresar opiniones y, como decía Parménides, “en la opinión no hay ciencia” y por
ese camino: “mortales que nada saben yerran bicéfalos”.
Digo esto para añadir a continuación
una insensatez: no me gusta la Segunda de Mahler. ¿Por qué? No lo sé. No creo
que sea porque me parece oportunista que un judío recién converso, como lo era
Gustav Mahler, titule la sinfonía “Resurrección”. Ni porque utilice un Lied que
se llama: el sermón de San Antonio de Padua a los peces, (Des Antonius von
Padua Fischpredigt).
No es que le haya cogido manía por
algún motivo, no. Es que me parece que los temas, la forma de trabajar con
ellos, los ritmos, la armonía, el conjunto, qué sé yo… No me producen la misma
impresión que en otras sinfonías de Mahler. Tampoco quiero decir que sea música
mala. Lo que pasa es que me deja frío, no me emociona como las demás.
De todas maneras, como estoy seguro
de que alguien que viera esta entrada podría parecerle una magnífica sinfonía
voy a dejar aquí una de las grabaciones que me parecen más acertadas: la de
Claudio Abbado, con la Orquesta del Festival de Lucerna, con Eteri Gvazava (soprano),
Anna Larsson (mezzo-soprano) y, nada menos que, el Orfeón Donostiarra, dirigido
por José Antonio Sainz Alfaro. Acabo de escucharla y está muy bien interpretada.
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