Por esas casualidades que tiene la vida, la semana pasada hemos podido disfrutar de dos buenos bajistas.
El jueves pudimos escuchar en Badajoz a
Edicson Ruiz, contrabajista de la Filarmónica de Berlín, actuando como solista con la
Orquesta de Extremadura del Concierto nº 1 para Contrabajo y Orquesta, Opus 87
del sueco Rolf Martinsson (1956). ¡Por
fin una pieza de un compositor vivo! Martinsson ha colaborado con el
trombonista Christian Lindberg, (a quien ya vimos con la OEX en el 2009, si bien entonces interpretando un concierto para trombón de Sandström).
Este grupo de músicos suecos hacen trabajos muy eclécticos pero centrados en
postulados más bien minimalistas o de lo que se dio en llamar en Alemania la “nueva
simplicidad”, (Neue Einfachheit), es
decir, una reacción contra la atonalidad y la objetividad de las músicas de
vanguardia de posguerra. De modo que cuanto más modernos, más fáciles de
entender son las composiciones de quienes se mueven en estos terrenos.
Personalmente me parece un concepto muy sano el de pretender acercarse al
oyente, aunque como contrapartida hay que exigirles que su música sea nueva y
no una repetición de lo ya conocido. La obra que escuchamos de Martinsson tuvo
momentos muy interesantes y sugerentes, aunque lo que de verdad fue notable fue
la interpretación del contrabajista Edicson Ruiz, un auténtico portento de
técnica y musicalidad. Ciertamente no parecía que estuviera tocando un
contrabajo, instrumento que tiene unas cuerdas de enorme grosor y un largo mástil, donde
Edicson se movía como si tocara un violonchelo. Un día haremos el esfuerzo de
conocer el sistema musical venezolano que tan buenos frutos ofrece al mundo de
la música actual.
Pero después del buen sabor de boca que nos dejó Edicson Ruiz, aun nos quedaba por escuchar un bajista singular en esta ocasión en la versión del bajo eléctrico de Richard Bona, un bajista al que aquí apreciamos mucho.
La sorpresa fue que el camerunés, tal vez el más cotizado bajista de la actualidad, se presentó el viernes en Barcelona y el sábado en Madrid con un grupo español de flamenco: el Richard Bona Flamenco project. Un proyecto que está dando sus primeros pasos.
Antonio Rey, guitarra (Premio Nacional de Guitarra)
Melón Jiménez, guitarra
Yerai Cortés, guitarra
Sandra Carrasco, cante
Israel Fernández, cante
Tomas Potirón, violín (que ha trabajado con Ara Malikian en Pagagnini)
José Montaña, percusión
José Maldonado, baile
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