El experimentalismo de John Cage tiene unas bases firmes, (con las que podremos estar de acuerdo o no), pero, en todo caso, no es nunca un ejercicio histriónico.
Entenderlo supone conocer los temas que interesaban al compositor y cómo estaba articulado su pensamiento.
- Hay que tener en cuenta la influencia del budismo zen para comprender mucha de la obra de la vanguardia americana, tanto de los experimentalistas como de los minimalistas. Al menos habría que conocer la literatura de los divulgadores del Zen en EE. UU., como Alan Watts (El camino del Zen) y D.T. Suzuki, (Ensayos sobre Budismo Zen), trabajos a los que se refiere el compositor en sus escritos.
La meditación supone una escucha atenta y abierta. Cuando John Cage escribe en 1952 su famosa obra 4’33’’, una partitura para piano de 4 minutos y 33 segundos, (como su título nos indica), de absoluto silencio, acaba de experimentar una cámara de silencio en Harvard en la que ha descubierto que el silencio absoluto no existe, que en última instancia se oye el sonido agudo de nuestro sistema nervioso y el sonido grave de nuestro corazón latiendo. Nuestra vida está, pues, llena de sonidos. Lo que esa obra exige del oyente es que escuche los sonidos que le rodean durante ese tiempo en que el pianista permanece sin tocar.
- El pensamiento político de John Cage está encuadrado en el anarquismo americano que tiene su antecedente en Henry David Thoreau, (Walden o la vida en los bosques, y La desobediencia civil) y que tiene su referente próximo en Norman O. Brown (El cuerpo del amor). También tuvo una gran influencia en su pensamiento el estudio sobre los medios que se deriva de la obra de Marshall McLuhan (La Galaxia Gutenberg). Para Cage no existe ya el papel subjetivo del autor como detentador de un poder sobre el oyente estableciendo lo que hay que oír. Por el contrario el receptor tiene que adoptar una postura activa, la recepción es parte de la creación, porque renuncia al papel, en cierto modo, autoritario del artista.
- Su interrelación con el ballet fue constante a lo largo de su vida. Desde su divorcio en 1945 mantuvo una relación, (profesional y afectiva), con el bailarín Merce Cunningham hasta su muerte. Pero ya anteriormente había trabajado con coreógrafos y el intercambio de ideas había sido constante.
- En música, tuvo como primer maestro a Arnold Schoenberg de quien admiraba su esfuerzo por establecer las bases en las que fundar la nueva música. Posteriormente tuvo un intercambio frecuente de ideas con Pierre Boulez, con quien se carteó durante mucho tiempo, y participó en los encuentros de Darmstadt, aunque terminaría denunciando el eurocentrismo musical y buscando sus raíces en Eric Satie y Edgar Varèse. Finalmente creó una escuela experimentalista americana en la Escuela de Compositores de Nueva York en la que estaban Morton Feldman, Christian Wolff, Earle Brown, David Tudor, (pianista y compositor), Merce Cunningham (coreógrafo), etc.
“Utilicé ruidos. Estos no habían sido intelectualizados; el oído podía escucharlos directamente y no tenía que recurrir a ninguna abstracción. Descubrí que me gustaban los ruidos incluso más de lo que me gustaban los intervalos” (Cage 1933:32).
- Una de las obsesiones particulares de John Cage era el libro Finnegans Wake de James Joyce, un libro desde luego obsesivo. El era un hombre que gustaba de proponerse retos y que buscaba siempre más allá de las cosas evidentes. Entra en el grupo Fluxus tras conocer a Yoko Ono y se convierte en el impulsor del grupo en EE.UU. El trabajo de Cage se centra en los happenings y se manifiesta en sus actuaciones interdisciplinares en distintas artes que incluyen la plástica, la literatura, ópera, etc. Como compositor Cage abandona el sentido romántico que propone el sentimiento como base del arte y la comunicación como obligación del artista.
“Esta constumbre de preguntar por qué es lo mismo que lo de preguntar qué es lo mejor o lo más importante. Son preguntas estrechamente relacionadas que le permiten a uno desconectarse de su propia experiencia, en vez de identificarse con ella”.