En la época en que se grabó este
vídeo, fuimos un sábado a un Colegio Mayor en Madrid a ver a Paco. Creo que era
el San Juan Evangelista, que con los años se convertiría en un lugar mítico
para el jazz y para todo tipo de músicas. Yo tenía unos veinte años, él rondaba
los treinta. En aquella época empezaba a ser muy conocido pero sólo si eras
aficionado al flamenco: sus discos con Camarón de la Isla ya eran míticos
entonces. Creo que el gran público no tenía noticias aún de él. Lo que le hizo
saltar a la fama fue un tema muy simple, la famosa rumba “Entre dos aguas”.
Aquella noche en el San Juan estuvo todo el tiempo tocando flamenco, (no
recuerdo si tocó la famosa rumba). De su figura humana me llamó la atención su
tremenda timidez: llegó, se sentó, tocó la guitarra y se marchó. No abrió la
boca para presentarse, para dar el nombre de los temas, nada. Se puede apreciar
en esta grabación que su forma de tocar era ya entonces impresionante. Era un
guitarrista de flamenco, sin más, pero su toque a la guitarra eran algo que no
habíamos visto nunca: estaba a años luz del resto de guitarristas.
Hacia los años ochenta le vimos
en la Plaza de Toros de las Ventas. Con un lleno impresionante actuaba Paco con
Camarón y el grupo de buenos músicos de jazz que se había ido formando a su
alrededor: Jorge Pardo, Carles Benavent, Tino di Geraldo. Creo que también
estaba su hermano Ramón de Algeciras a la guitarra. Si en solitario era un
torrente, con todos aquellos buenos intérpretes era una sinfonía de buenas
músicas.
Fuimos al festival de jazz de SanSebastián del año 1987 porque a Rosa le dejó alguien una casa en el monte Ulía.
Fue un festival que tuvo de todo, creo que uno de los mejores, pero uno de los
platos fuertes fue la actuación de Paco con John MacLaughlin. Por entonces Paco
era una estrella mundial y los mejores guitarristas, como el inglés, o los
americanos Aldi Meola y Larry Coryel querían tocar con él. También Chick Corea. Nos encontramos a
MacLaughlin paseando por Saint-Jean de Luz y por la noche les vimos tocar
juntos.
El año pasado vino Paco al
festival de Badasom, el festival de flamenco y fado. Por alguna circunstancia
no fuimos a verle.
En México creo que vivía feliz.
Ya no le veremos más. Lo siento
por él. Para los demás, sus interpretaciones han quedado ahí grabadas. Serán eternas para los aficionados al flamenco y para todo el que disfrute de las “cositas
buenas”.
1 comentario:
El percusionista del sexteto debió de ser Rubem Dantas, aunque Tino di Geraldo ha tocado también con ellos.
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