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En la revista Berklee Today hay un comentario al solo del primer tema de Mike Stern con Miles Davis: "Fat Time":
"Después de la introducción, Stern hace unos adornos evocando sus orígenes como guitarrista de blues-rock (se le puede escuchar conectar el interruptor de agudos de su Fender Stratocaster en el compás 5 para conseguir un sonido adecuado). Como un gruñido agresivo, toca algunos pasajes de blues muy rápidos (compases 12 al 18) que recuerdan a Jeff Beck o Jimmy Page. Cambia en el cuarto tiempo del compás 19 para hacer unas frases cromáticas más jazzísticas (agradablemente tocadas detrás del tiempo). Interrumpe este flujo en el compás 24 por algo más tipo blues. En los compases 29 a 31 se dirige al acorde de La7 con una elaboración de intervalos de cuartas y un pasaje cromático.
En el compás 32 es donde Miles quería que sonara en el modo flamenco (de mi). Stern inicia un ritmo endemoniado (fundamentalmente en tresillos de semicorcheas), tocados en rápidos arpegios de acordes de La y Si-bemol para evocar un sonido aflamencado. El fraseo y la articulación de sólido rock nos hacen dirigir la atención a su poderoso tempo, a su sentido del tiempo. Hacia el compás 39, como señalaba Stern, estaba esperando el acorde de La7 para cambiar y dirigirse hacia el de Si7. El acorde no cambia, pese a lo cual Stern no titubea, en lugar de ello rompe en uno de los pasajes más interesantes de todo el solo, en el que las líneas cromáticas se entremezclan con arpegios que corresponden a acordes disminuidos, (véase el tercer tiempo de los acordes 42, 44 y 46, y el primer tiempo del 47). Estos son típicos “Sternismos”.
Cuando por fin llega el Si7 en el compás 48, Stern flota, confeccionando algunos toques de blues, pellizcando armónicos (producidos al pulsar la cuerda con la púa contra el pulgar de la mano derecha), y algunos rápidos arpegios. El despliegue de técnica y ritmo más impresionante del solo empieza en el compás 56 y sigue hasta el 62. Marcus Miller y Al Foster imprimen un feroz ritmo bajo las rabiosas figuras en tresillos de Stern. Después de alcanzar su cenit en el compás 63, Stern atenúa la energía según la armonía cambia a Do menor 7. Las notas sincopadas y en staccato rememoran su frase de apertura. La atmósfera cambia drásticamente y Stern hace una doble parada, sosteniendo la novena contra la tercera, la nota en el bajo del acorde. La guitarra se va desvaneciendo y las líneas de la trompeta con sordina de Miles toman su lugar."
En la revista Berklee Today hay un comentario al solo del primer tema de Mike Stern con Miles Davis: "Fat Time":
"Después de la introducción, Stern hace unos adornos evocando sus orígenes como guitarrista de blues-rock (se le puede escuchar conectar el interruptor de agudos de su Fender Stratocaster en el compás 5 para conseguir un sonido adecuado). Como un gruñido agresivo, toca algunos pasajes de blues muy rápidos (compases 12 al 18) que recuerdan a Jeff Beck o Jimmy Page. Cambia en el cuarto tiempo del compás 19 para hacer unas frases cromáticas más jazzísticas (agradablemente tocadas detrás del tiempo). Interrumpe este flujo en el compás 24 por algo más tipo blues. En los compases 29 a 31 se dirige al acorde de La7 con una elaboración de intervalos de cuartas y un pasaje cromático.
En el compás 32 es donde Miles quería que sonara en el modo flamenco (de mi). Stern inicia un ritmo endemoniado (fundamentalmente en tresillos de semicorcheas), tocados en rápidos arpegios de acordes de La y Si-bemol para evocar un sonido aflamencado. El fraseo y la articulación de sólido rock nos hacen dirigir la atención a su poderoso tempo, a su sentido del tiempo. Hacia el compás 39, como señalaba Stern, estaba esperando el acorde de La7 para cambiar y dirigirse hacia el de Si7. El acorde no cambia, pese a lo cual Stern no titubea, en lugar de ello rompe en uno de los pasajes más interesantes de todo el solo, en el que las líneas cromáticas se entremezclan con arpegios que corresponden a acordes disminuidos, (véase el tercer tiempo de los acordes 42, 44 y 46, y el primer tiempo del 47). Estos son típicos “Sternismos”.
Cuando por fin llega el Si7 en el compás 48, Stern flota, confeccionando algunos toques de blues, pellizcando armónicos (producidos al pulsar la cuerda con la púa contra el pulgar de la mano derecha), y algunos rápidos arpegios. El despliegue de técnica y ritmo más impresionante del solo empieza en el compás 56 y sigue hasta el 62. Marcus Miller y Al Foster imprimen un feroz ritmo bajo las rabiosas figuras en tresillos de Stern. Después de alcanzar su cenit en el compás 63, Stern atenúa la energía según la armonía cambia a Do menor 7. Las notas sincopadas y en staccato rememoran su frase de apertura. La atmósfera cambia drásticamente y Stern hace una doble parada, sosteniendo la novena contra la tercera, la nota en el bajo del acorde. La guitarra se va desvaneciendo y las líneas de la trompeta con sordina de Miles toman su lugar."
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