Podemos definir los "lugares comunes" como las expresiones y/o pensamientos acríticos que se asumen por ser de dominio público sin que el que los utiliza se haya parado a pensar en su idoneidad. La principal virtud de los "lugares comunes" es que evitan tener que pensar, gracias a lo cual uno puede dedicar el tiempo a cosas más útilies, como triunfar en la vida o ganar fama y dinero, pero para lo que desde luego no sirven es para comunicarse.
Soy un declarado enemigo de los lugares comunes. Es como cuando Sancho Panza suelta sus interminables retahílas de refranes que ni siquiera vienen a cuento y que no expresan concepto alguno, pero que utiliza como una forma de reivindicarse frente a los elaborados pensamientos de Don Quijote.
Soy un declarado enemigo de los lugares comunes. Es como cuando Sancho Panza suelta sus interminables retahílas de refranes que ni siquiera vienen a cuento y que no expresan concepto alguno, pero que utiliza como una forma de reivindicarse frente a los elaborados pensamientos de Don Quijote.
Lo primero que no me gusta es el propio nombre de éstos. ¿Por qué se le llama lugar a una expresión?. Se podrían llamar expresiones comunes, o mejor aún, expresiones rutinarias, o algo así. Pero lugar común, más bien parece referirse a sitios públicos, como cosa de urinarios. A pesar de lo cual lo seguiremos usando para entendernos.
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Hoy empezaremos la historia de los lugares comunes con uno que siempre me llamó la atención, ahora un poco en desuso, que procede de los albores de la televisión en España y de la época en que el Opus Dei alcanzaba el mayor poder político en el Régimen: tienen muchos hijos porque no tienen televisión.
¿Puede la televisión sustituir al sexo o siquiera competir con él?.
¿Existe una relación directa entre el sexo y la reproducción después de la aparición de los métodos anticonceptivos?.
¿Los que tienen televisión agotan toda su jornada en contemplarla?.
Si alguien conoce la solución a tanto interrogante agradecería que me explicara la dichosa frase.
Es como si quisieran sustituir los anticonceptivos por televisores, al tiempo que creaban una planta de montaje de aparatos en Vicálvaro para hacerse ricos. Dios, la moral cristiana y el dinero, el ideal de "la obra" en una breve frase.
¿Puede la televisión sustituir al sexo o siquiera competir con él?.
¿Existe una relación directa entre el sexo y la reproducción después de la aparición de los métodos anticonceptivos?.
¿Los que tienen televisión agotan toda su jornada en contemplarla?.
Si alguien conoce la solución a tanto interrogante agradecería que me explicara la dichosa frase.
Es como si quisieran sustituir los anticonceptivos por televisores, al tiempo que creaban una planta de montaje de aparatos en Vicálvaro para hacerse ricos. Dios, la moral cristiana y el dinero, el ideal de "la obra" en una breve frase.
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