Precisamente el New York Times viene a incidir en mis reflexiones sobre la inmigración y, en especial, en lo que se refiere a la música. Señala como ejemplo de integración a la Orchestra di Piazza Vittorio, un "melting pot" formado por inmigrantes de todos los países asentados en Roma organizados por algún italiano con interés en crear puentes entre las culturas. Precisamente el diario señala que esto es una excepción en medio de la vetusta cultura europea y las dificultades que padece, especialmente la italiana cuya vida cultural se restringe ya a la contemplación de la televisión. Por cierto, que su presidente es un empresario de la tele,... pero no creo que esto tenga relación.
Recuerda la postura crítica sobre la vida cultural de su país de un Passolini, en el pasado, y de la Bartoli en la actualidad.
Claro que España es otra cosa... o no.
Claro que España es otra cosa... o no.
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