5 oct 2006

Antes del flamenco.

La sociedad filarmónica de Badajoz ha empezado la temporada con un concierto en la Sala de Columnas de la Diputación interpretado por César Carazo (canto) y Felipe Mascuñano (toque), concierto que tenía el nombre de "antes del flamenco". El recital resultó interesante por dos cosas, principalmente, porque se trataba de música antigua y de la música antigua la más interesante es, paradójicamente, la menos antigua, la cual ayer estaba bien representada. Quiero decir que la música de la Edad Media (cantigas de Alfonso X el Sabio en el concierto), como la renacentista (Luis de Milán y Diego Pisador), está bien documentada en los archivos musicales, lo que hay es bien conocido por los expertos y se escucha con cierta asiduidad. Sin embargo en lo que respecta a la música de los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX, hay que decir que en su mayor parte no está bien catalogada, ni editada, ni la gran cantidad de música buena que se hizo en España durante ese periodo se ha dado a conocer debidamente. Así que ayer pudimos saborear las canciones de José Marín, Mateo Romero o Fernando Sor, lo cual no es un disfrute frecuente y solo por eso es merecedor de abandonar las pantuflas en casa y acudir a la sala. Pero es que además el título del concierto no deja de ser interesante. El conocimiento del origen del flamenco es una asunto harto difícil. De hecho, no parece que proceda de unas formas musicales determinadas, ni siquiera del uso de determinados modos, escalas, ritmos, etc. Más bien es una forma popular de interpretar que se basa en mucha de la música que estos interpretes populares tenían a mano y que eran los materiales con que creaban su estilo, ya que el estilo sí es definitorio para el flamenco. Así que podemos encontrar "materiales" flamencos en multitud de ejemplos musicales. Por otra parte, en aquellos tiempos, la distinción entre música culta, popular y flamenco no estaba bien delimitada como lo pretende estar hoy, así que, dado que los primeros cantantes e instrumentistas que podemos llamar flamencos no han dejado huella documental alguna por vivir en el entorno social de una España que no estaba entonces en sus mejores momentos, me parece que la única forma de buscar ecos, raíces y coincidencias con el flamenco es a través de la música que ha perdurado gracias a haber sido escrita en una partitura, es decir la llamada música culta, aunque dada la mencionada falta de documentación del periodo, fundamentar posibles orígenes del flamenco en las partituras conservadas es un trabajo más que dificultoso.
En cuanto a Felipe Mascuñano hay que destacar que ofreció un interesante recorrido por la cuerda pulsada (desde el laúd medieval, pasando por la vihuela renacentista, la guitarra barroca y la guitarra romántica), que demuestra su dominio de todos estos instrumentos, los cuales maneja con igual técnica que gracia. Además sus comentarios acertados vinieron a poner en claro los aspectos históricos del concierto con precisión, aunque sin cansar al público con disquisiciones.
César Carazo con una voz clara y precisa supo "leer" bien los adornos que en la música antigua eran tan frecuentes aunque no se escribieran en la partitura y supo incidir en los aspectos estilísticos que pudieran tener relación con el tema del flamenco, especialmente el uso de intervalos melódicos menores del semitono, propio de las músicas de origen oriental y que en España se han utilizado desde que los árabes conquistaran Al-Andalus y nos influyeran con sus músicas y por otra parte los melismas, más propios de la tradición cristiana de canto. Es cierto que estos elementos musicales no escritos son especulaciones sin documentar, pero es lo que hay y tal vez no tengamos posibilidad de determinar con absoluta certeza como se interpretaban algunas músicas. En todo caso la especulación de César Carazo me parece comedida y fundamentada.

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