31 mar 2006

Rectificación.
Rectificar es de sabios. En cualquier caso lo honesto es decir la verdad, no vaya a ser que los miles y miles de personas que diariamente visitan este blog se lleven una idea equivocada de ciertos aspectos históricos de la música por culpa de un dato erróneo que deslicé por ignorancia. No quiero hacer partícipes de mi ignorancia a esos miles de lectores.
En mi pasada diatriba contra el historicismo equivocado de Jordi Savall decía yo que en la época de Beethoven la afinación temperada estaba ya totalmente extendida entre todos los músicos. Consultando el Diccionario Harvard de la Múisca, Don Randel, ed. (Madrid: Alianza, 1997), descubro que hasta bien entrado el siglo XIX se sigue discutiendo sobre la idoneidad de asumir o no el temperamento igual, lo que contradice mi afirmación de que desde finales del siglo XVIII esto era una cuestión cerrada.

Una vez rectificado esto, en lo demás, sigo manteniendo lo que decía sobre algunos historicistas radicales como Savall, especialmente cuando este prestigioso músico defiende que la música antigua y la afinación antigua eran mejores que las actuales, lo cual es un error historicista. La afinación antigua era la de aquella época y la música también. La de hoy es la de hoy, y no es ni mejor ni peor.


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